Sellos en el pasaporte
Emigrar. (Del lat.
emigrāre). intr. Dicho de una persona, de una familia o de un pueblo: Dejar o
abandonar su propio país con ánimo de establecerse en otro extranjero.
***
Hace varios días
encontré la expresión más grande de la emigración venezolana, la agencia de
noticias, Associated Press, reseñó: “Jóvenes venezolanos buscan emigrar a
Irlanda”. ¡Irlanda!, un rincón en el confín del mundo, del cual lo que más
conocemos es a Bono y su banda U2. “Voy a ciegas a donde sea”, fue lo que
declaró uno de los aventureros. “Donde sea” no incluye límites de idioma,
cultura, clima ni latitud, emigrar porque ya no se tolera la misma parsimonia,
el mismo candor para aceptar las penurias.
***
El nuevo fenómeno,
las nuevas colas, el nuevo afán: el pasaporte. Antes se solicitaba por si algún
día hubiera dinero para viajar. Ahora, en gran medida, es la traducción de la
decepción por la falta de oportunidades, de tanta exculpación, de tanta saliva
y pocas esperanzas. Entonces, la noticia que con insistencia llama mi atención
es esta: “aumenta un 63% la emisión de pasaportes en 2013 frente al 2012”.
***
La más grande
apología para emigrar: “a los que no les guste la Revolución que se vayan”
***

***
“Y vos cuando te graduéis,
¿si pudieras irte, a dónde te irías?”, me preguntó una amiga, casi como una afirmación.
La interrogante no me tomó por sorpresa porque se ha hecho frecuente, hasta en
mis propios pensamientos. Fui breve. Nombré 3 países, latinoamericanos todos. Hubo
un silencio reflexivo. Aun faltaba camino para llegar a nuestro destino. Ella prosiguió
con decir el país de su predilección: Colombia; me enumeró los avances
petroquímicos que tiene y su decepción con Pequiven. Estupor. Irse para buscar
oportunidades en lo que tu país debería ser pionero.
Mi destino ese día
fue la Vereda del Lago. Luego de participar allí en una práctica de fotografía,
la serenidad lacustre se alteró debido a jóvenes que protestaban en la
Universidad Rafael Urdaneta; es decir, el contraste de quienes flirtean
con la idea de emigrar: los que exigen un país mejor.
***
Condición de
artículos de primera necesidad: en el exilio.
***
En la conversación
entre dos jóvenes, uno dijo con sobrada propiedad: “Vos podéis solicitar un
asilo político, eso sí, es un proceso -resaltó, pero rebatió con esta alentadora
sugerencia: pero es más fácil pa’ entrar a Estados Unidos”. Acto seguido, le mencionó
quienes lo hicieron y como obtuvieron un
lugar en el norte, en el país injuriado por los oficialistas. El acompañante,
poco convencido, solo le señaló: “mejor me quedo tranquilo, esos gringos son
muy jodios con eso”
***
Hasta los aviones
para emigrar, emigran. Air Canada, Alitalia, Iberia y Lufthansa suspendieron operaciones, bien sea porque el gobierno tiene una deuda con ellos o porque la
inseguridad diaria los comenzó a afectar. Sea la razón que fuese, alzan vuelo.
Hay quien dice que la samba y Copacabana los atrajo, que se fueron a buscar
gente para el Mundial Brasil 2014. Que contrasentido, el Mundial nos quita los
viajes al mundo.
***
Emigrar o no
emigrar, he allí la cuestión. Salir de nuestra tierra en busca de lo que no
hallamos en ella, a pesar de los esfuerzos. Hastiados de los guarimberos, de la
retorica de atribuir culpas, ofuscado por las oportunidades que desaparecen,
así es como comienza esta emigración, pero, no descarto que también así se
empiece a emigrar de la decepción al trabajo, de las trincheras al ideal común,
de la indiferencia al arraigo; en definitiva, emigrar de las ideologías a
Venezuela.
0 comentarios:
¿Qué te pareció?