El zumbido más necio del mundo
Comienzo este
texto aludiéndolo a usted, sí a usted quién lee estas líneas, primero para
conocerlo aunque las barreras temporales y físicas no nos permitan. ¿Cuál es su
color favorito? ¿Su comida preferida un domingo por la mañana? ¿La canción qué
siempre está en su reproductor cuando camina a un sitio?... Vio, respuestas
sencillas… Disculpe, olvidaba algo, considere que en la primera pregunta cada
color en este país tiene una connotación política de suma relevancia, así que
no se equivoque. En la segunda tenga en cuenta que los alimentos pueden ser
clasificados como productos nacionales e imperialistas, insisto, no se
equivoque. Y por ultimo, el intérprete de su canción preferida puede tener una
orientación ideología distinta a la suya. Conclusión: la cotidianidad se volvió
política, todo esta socavado entre izquierda y derecha.
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Después de un mes
de protestas, ¿cuál ha sido el resultado? Pareciera un tanto absurda la pregunta,
pero véase desde donde se vea, no se puede hablar de un éxito o un fracaso
concreto. La ambigüedad es parte de la percepción. Sin embargo, continúan las
voces clamando la renuncia de Maduro, insistiendo que el país se hunde,
pidiendo un futuro brillante, todo es un tumulto de peticiones pero a la final,
más allá de lo obvio, todo converge en que hasta en los años sabáticos de
elecciones, la política es una fiel compañera de la cotidianidad.
***
Hace dos décadas
el país era apatía democrática. Las promesas no hacían vibrar el sentimiento
popular, el Caracazo había turbado la esperanza en los políticos, uno que otro
quedaba exento de tanta indiferencia. No hay porqué negarlo, la política vestía
flux y hablaba elegante, es decir, giraba en otra esfera.
Hoy, el panorama
es un contraste absoluto, la política esta presente desde los cementerios
(literalmente) hasta los satélites. La sola palabra luce satinada en cada
espacio. El coloquio de amigos quedó sustituido por el debate ideológico.
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Carlos Cruz-Díez |
Entones, ¿Qué es
lo mejor? ¿La apatía de antaño o el activismo político del presente? Un
momento, ¿dónde esta Venezuela?
***
La izquierda y la
derecha, la diatriba que nos aturde con insistencia. ¿Acaso nadie puede ser
ambidiestro? Al parecer la política en Venezuela no admite un criterio
fomentado en la apreciación de las dos partes por igual. Entonces, he aquí
cuando viene a mí mente- con cierto aire subversivo- la imagen de los
venezolanos observando el país con unos lentes como los que usó el artista caraqueño
Carlos Cruz-Díez: con un cristal azul y otro rojo; es decir, a dos matices.
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A usted, que ya lo
he aludido desde el principio, le aclaró que mi intención esta ocasión no fue
hablar vehemente de protestas, sino hacerle sentir por un instante cuál es el zumbido más necio en este país y el cual nos ha alejado como venezolano: la política y su estribillo.
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