Incertidumbre

Lo compras, con un desasosiego instalado en la garganta y una seguridad que te empuja a hacerlo. Lo metes en la bolsa junto con los otros enseres que a través de un periplo fatigoso has conseguido. De tienda a “bachaquero”, de precio justo a remarcado. Por fin logras completar la mitad de la lista encargada y terminas la tarea adquiriendo aquel producto parecido pero no igual al que te encargaron.

El nudo en la garganta se desanuda. Respiras con aire de triunfo y llegas a tu casa con lo conseguido. Lo colocas en la mesa junto con la victoria de los otros productos. Ella se acerca presurosa, te felicita y alaba. Has conquistado el arte de encontrar cuando no se consigue nada. Pero posa su mirada en lo último que compraste. Hasta aquí las cosas iban bien.

En su boca se desliza una mueca de desapruebo; disimulada, claro. Hueles que la situación se torna tensa. “Este no era el champú”, te aclara con insatisfacción. El nudo se rearma, en la garganta, en el estómago, en el cerebro. Con audacia repones: “no está nada fácil ubicar el que me pediste. Recorrí media ciudad”. Crees que con este argumento le has dado mayor valor a tu champú. Ella te escucha sin cambiar su gesto, ahora lo acentúa. “¿Te acuerdas que este me da más caspa?”,la pregunta contiene un toque capcioso, implícitamente te reprocha tu mala memoria. “Pero bueno, tendré que conformarme”.

El golpe directo al orgullo, el conformismo del que habla te incluye a ti: tendré que conformarme a este país, a este champú y a tu amnesia luego de 5 años de matrimonio. Abandonas toda pretensión, te ves derrotado y como tabla de salvación le propones: “regrésamelo, lo cambiaré”. Y todas tus intensiones se van al trasto cuando te responde desairada: “déjalo así”, y acto seguido se marcha.

Aparte de las incertidumbres humanas que se profundizan cuando de relaciones se trata, debemos aprender a convivir con este condimento incertidumbre-país que nos acompaña actualmente. Con el incierto de no saber si todavía existe lo que buscamos o si lo encontraremos, de si el champú que consigues efectivamente le provocará caspa a tu pareja.
©Jhoandry Suárez
Fotografía: artystas.com 

0 comentarios:

¿Qué te pareció?